GEEK: Una mirada a través de la NEX 5R Zootropo

Desde hace un tiempo vengo utilizando una Sony NEX 5R como cámara principal, una cámara que siempre me llamó la atención desde que Sony la anunciara, y que ahora parece aún más interesante después de la rebaja de precio que ha sufrido al presentarse su sucesora, la NEX 5T, una revisión que añade pequeños detalles a una ya de por sí magnífica cámara.

Lo que más llama la atención de la NEX 5R es la excelente calidad de imagen junto a su reducido tamaño. Sus dimensiones son similares a una cámara compacta, aunque los objetivos, a excepción del pancake, son algo voluminosos si los comparamos con el cuerpo. Si no tienes interés en los objetivos intercambiables y sólo necesitas una cámara con la mejor calidad de imagen y el tamaño más pequeño posible, quizás te interese en su lugar la Sony RX100 o la RX100 II.

Su peso también es bastante más ligero que el de una réflex, siendo más parecido a una compacta algo pesada. Combinada con una correa Black Rapid, uno se puede olvidar totalmente de que está ahí hasta que la necesita.

El sensor, de tamaño APS-C, como la mayoría de las réflex no profesionales, obtuvo una notable puntuación de 77 en DxOMark. La calidad de imagen es sobresaliente para su rango de precios, con muy buena definición, muy buen rango dinámico y muy poco ruido a sensibilidades ISO altas. Las fotografías son perfectamente usables hasta ISO 6400, sobre todo en RAW, con un poco de magia de Lightroom, y siempre dependiendo, claro está, del celo del consumidor.

El autofoco es bastante efectivo gracias a una de las novedades respecto de su predecesora, un sistema de enfoque híbrido combinando el enfoque por contraste con algunos píxeles del sensor de imagen dedicados a la detección de fase, el sistema utilizado por las réflex tradicionales. Así y todo, como la cámara no puede adivinar nuestras intenciones, a los usuarios que vengan de compactas y no estén acostumbrados a profundidades de campo bajas, les recomendaría habilitar la opción de enfocar y disparar pulsando sobre la pantalla táctil; de esta forma no nos encontraremos con que la cámara ha decidido enfocar el fondo en lugar del motivo principal de la fotografía.

En lo que al enfoque manual se refiere, la cámara tiene un modo de ayuda en pantalla muy útil, con una visualización ampliada del motivo y bordes que parpadean cuando la cámara detecta que están enfocados (focus peaking). También tenemos por último el enfoque manual directo, con el que la cámara enfocará automáticamente y podremos hacer pequeños ajustes manuales después para mejorar aún más la precisión.

El diseño de la cámara está muy cuidado. Cuenta con unas líneas agradables, materiales que parecen de calidad y una buena ergonomía, aunque a veces se puede echar en falta algún botón extra si estamos acostumbrados a utilizar réflex más o menos avanzadas. Uno de sus peros, aunque no se le puede echar mucho en cara dado su precio, es que no tiene EVF integrado, aunque se puede comprar por separado y montarlo en la misma zapata que el flash, que también es externo pero sí está incluido en el pack.

Tiene una pantalla abatible hasta 180º, que puede llamar mucho la atención a los amantes de los auto retratos y que también es muy útil para composiciones en ángulos complicados. Por defecto, cuando la pantalla se gira 180º, la cámara toma una fotografía automáticamente a los 3 segundos. La cámara también tiene los típicos automatismos a los que nos han acostumbrado las compactas y los móviles últimamente, como captura automática al detectar una sonrisa, prioridad de enfoque y brillo a las caras conocidas, efecto de piel suave que reduce las arrugas y mejora el contraste entre los ojos y la boca, etc.

En lo que a modos se refiere, además de los habituales auto, programa, prioridad a la apertura, prioridad al tiempo de exposición y manual tenemos una opción para realizar barridos panorámicos y un modo automático superior, que, por ejemplo, utiliza HDR automáticamente cuando lo considera necesario y elige la mejor imagen. Entre los modos de escena, además de los sospechosos habituales, el más interesante es el de anti movimiento, que toma 6 fotografías y las combina para reducir al máximo el desenfoque y el ruido.

Además los principiantes también agradecerán las opciones de “Creatividad fotográfica”, a las que se puede acceder desde los modos de Auto inteligente y Auto superior. Estas permiten ajustar fácilmente el nivel de desenfoque de fondo, el brillo, la temperatura de color y el contraste que queremos, así como aplicar varios efectos, como cámara de juguete, color pop, posterización, retro o miniatura (tilt-shift)

Si lo que te va es grabar vídeos, la calidad es igual de impresionante, aunque se encuentra algo por debajo de la celebrada Panasonic Lumix GH2. Se puede grabar vídeos en AVCHD (50i 24M, 50i 17M, 50p 28M, 25p 24M, 25p 17M) o MP4 (1440×1080 o VGA) hasta 29 minutos, y hasta 2 GB si se usa el formato MP4, aunque en condiciones de altas temperaturas es posible que haya que dejarla descansar antes para evitar que el sensor se caliente demasiado.

En definitiva, una cámara que te permitirá tomar excelentes instantáneas sin tener que cargar con el peso de una réflex.