Que la programación es una de las salidas profesionales con más futuro hoy en día es algo que todos deberíamos tener muy claro a estas alturas. Y como ocurre con muchas otras cosas, como el deporte, la música o los idiomas, cuanto antes se empiece con ello mejor.
Por eso, no son pocos los recursos (lenguajes de programación, plataformas, aplicaciones, comunicades onilne...) creados y diseñados para que los niños se familiaricen con los conceptos de programación y aprendan a crear sus propios programas fácilmente.
Si estos días de vacaciones escolares tienes a tus hijos, primos o sobrinos aburridos en casa sin saber qué hacer, quizás sea un buen momento para introducirles en el mundo de la programación. Aquí tienes algunos recursos útiles para hacerlo:
Scratch
Creado nada menos que por el MIT, Scratch fue uno de los primeros (si no el primero) entornos de programación pensados para niños. El concepto de enseñar programación a los más pequeños con bloques de colores, arrastrándolos y soltándolos para definir el funcionamiento de tu aplicación, tiene aquí su origen.
Scratch no es sólo una aplicación online, sino toda una comunidad creada en torno a la enseñanza de la programación. Está en varios idiomas, y aunque está orientada a niños a partir de los 8 años, cualquiera puede usarla. En palabras de sus creadores, Scratch te ayuda a desarrollar la creatividad, razonar, usar la lógica y colaborar. Con todo ello, puedes crear fácilmente historias interactivas, animaciones y juegos, y compartirlos con la comunidad.
Hopscotch
Hopscotch es una app de iPad que permite a los niños crear sus propios juegos y animaciones y aprender los conceptos básicos de programación mediante el uso de bloques de colores y una sintaxis muy sencilla. Está dirigida a niños entre 8 y 12 años, y se inspira en el funcionamiento de Scratch.
Para programar cosas, los niños simplemente tienen arrastrar y soltar los bloques, creando con ellos scripts que realizan acciones. A medida que progresan de nivel, los niños pueden añadir más objetos y usar eventos personalizados, como agitar o girar el iPad.
Tynker
También basado en Scratch, Tynker es una plataforma de programación totalmente online que utiliza estándares abiertos como HTML5 y CSS3. A su fundador se le ocurrió la idea tras pagar más de mil dólares por un curso de programación donde su hijo de 9 años creó un juego, pero no aprendió los conceptos básicos de programación.
Tynker también basa su enseñanza en bloques de colores con los que los pequeños asimilan la lógica de la programación mientras se divierten. Pero a diferencia de otros, esta plataforma está orientada para su uso en las escuelas, asistida por los profesores. Próximamente, según su web, estará también disponible para uso individual en casa.
App Inventor
De la mano del MIT también nos llega App Inventor , un entorno de programación online para niños pensado especialmente para crear aplicaciones para móviles y tablets Android. La interfaz simula la pantalla de un terminal Android y la programación se basa en el uso de bloques.
Las aplicaciones que creas con el App Inventor funcionan en cualquier teléfono Android, y lo único que necesitas para ponerte a crear apps es un navegador web y una cuenta de Google. Esta herramienta de programación está pensada para niños un poco más mayores, pero a cambio tiene más posibilidades de personalización.
Alice
Otra universidad americana, esta vez la Carnegie Mellon, es responsable de Alice , un entorno de programación en 3D que permite a los estudiantes crear fácilmente una animación tridimensional para explicar una historia o jugar un videojuego. Alice está pensada para ser la puerta de entrada de los estudiantes al mundo de la programación orientada a objetos.
Con Alice los chicos pueden aprender fácilmente los conceptos básicos de la animación en 3D, gracias a una intuitiva interfaz en la que se pueden arrastrar y soltar objetos para programar, usar instrucciones muy claras que corresponden a comandos de programación y ver el resultado en su animación al momento.
Kodu
Por último, de la mano de Microsoft, Kodu ofrece a los más pequeños una forma fácil y divertida de crear sus propios juegos, historias y cuentos interactivos en un entorno totalmente visual.
Usando Kobu para crear juegos, Kodu no sólo potencia la creatividad y la capacidad de contar historias de los niños, sino que además les ayuda con conceptos tan importantes como la lógica, la capacidad de dividir objetivos complejos en diversas fases para trabajar mejor, la resolución de problemas, etc. Kodu está recomendado para niños de 8 años en adelante, y en algunos países como Australia se está usando en los colegios.
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